sábado, 20 de marzo de 2010
"EL ACENTO DE DULCE CHACÓN"
Grabado a finales de noviembre de 2001, Manuela Gutiérrez entrevistó a Dulce Chacón para este capítulo de "El lince...", en la casa familiar de Dulce en Zafra. Por entonces, el tema de conversación era su novela "Cielos de barro", cuando aún preparaba "La voz dormida". La voz, la calidez y la naturalidad de la escritora nos impresionaron hasta dejar una huella de afecto, que deseamos fuera mutuo.
viernes, 19 de marzo de 2010
"DONDE HABITA EL OLVIDO"
Nacho Barceló narra este episodio de "El lince con botas" sobre los campamentos de refugiados saharauis en el desierto argelino y los primeros esfuerzos por acoger niños durante el verano de las asociaciones extremeñas en solidaridad con el pueblo saharaui. Aparecen Ali Salem Iselmu y Felisa Suárez. El episodio se emitió en 2001 y se grabó hace ya diez años. La situación sigue siendo insostenible para esta gente excepcional.
Hasta bien entrado el siglo XIX, la tierra saharaui, exceptuando esporádicos y fracasados intentos de ocupación, está totalmente libre de la ocupación extranjera… Debido a las escasas e irregulares precipitaciones, la región sólo fue habitada por tribus nómadas que se movían con sus rebaños a través del desierto, en unas rutas más o menos regulares, establecidas por estaciones, pozos o fuentes... No conocían fronteras.
En 1884 comienza la colonización española sobre el Sahara y la competencia con Francia, que se convertirá en la potencia dominante en el noroeste de África al ocupar Mauritania, Argelia y Marruecos. Tras años de enfrentamientos, los notables de las tribus saharauis firman su sometimiento amistoso a los españoles en 1934. Nace la expresión "Sahara Español".
Cuando en 1955 España ingresa en Naciones Unidas., el gobierno de la dictadura debe someterse a las exigencias del proceso de colonización…Como otros países, las incumple y llega a obtener el apoyo de Marruecos frente a los saharauis, que habían luchado junto a los marroquíes en su proceso contra Francia…
A principios de los setenta se inicia el proceso de Autonomía previo a la independencia, tal como reclamaban los organismos internacionales y la población saharaui. Culminada una breve fase autonómica quedó fijada para 1975 la celebración del Referéndum de autodeterminación.
El 17 de junio de 1970, una campaña intensiva para movilizar al Pueblo Saharaui en nombre de su independencia llevó a una masiva manifestación. Los españoles reaccionaron masacrando a los manifestantes y disolviendo el movimiento de liberación.
En mayo de 1973 se celebra el Congreso Constitutivo del Frente por la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente POLISARIO…Los Saharauis cuentan ya con la solidaridad de todas las fuerzas políticas contrarias a la dictadura franquista
Pero en 1975, y coincidiendo con el proceso de transición español iniciado con la muerte de Franco, el Gobierno de Madrid procede a la entrega repartida de su Administración a Mauritania y Marruecos.
. El 6 de noviembre de 1975 se inicia la "Marcha verde" por parte de Marruecos. Mauritania a su vez, lanza desde el sur su ejército en un plan organizado para repartirse con Marruecos el territorio. Así comienza la invasión militar marroquí y mauritana y la huida masiva de población civil saharaui que es atacada con napalm y fósforo blanco por la aviación marroquí. Los saharauis eran por entonces ciudadanos españoles de pleno derecho. El ejército español no intervino
El 14 de noviembre España firma los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entrega el territorio del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania. Los refugiados saharauis se establecen en campamentos, en la desértica región argelina de Tinduf, país que le presta desde entonces ayuda y acogida.
martes, 16 de marzo de 2010
"EL DRUIDA DEL AMBROZ"
"La de los ancianos es una abundante grey inofensiva, con su luminosa juventud jugueteando a su lado, con sus sueños y arrebatos, sus cielos llenos de dioses a los que, con su fantasía, sacan de paseo por todas partes, junto a las criaturas engendradas en las noches de soledad. Por causas físicas, buena parte de sus saberes y andares no se ejercitan si no es en la memoria y ésta, a menudo, también sufre las consecuencias del paso del tiempo. Son estas las cenizas de una llama que, en algún caso, no palidece ni contra viento ni contra marea. Y, por azar, el soplo de un par de aliados ha llevado al lince con botas junto al río Gallego de Hervás para presentarse como introductor de Martín Portela, recolector y diestro en plantas medicinales, druida amable y versado en hierbas, árboles y tisanas. Aunque lo que siempre quiso ser fue el bardo de la aldea, ha acabado por ser el hombre de pelo blanco unido a una sibila a los que todos respetaban y a los que acudían para sanar.
Hierbas y árboles, señores del tiempo. Instalado nuestro escenario entre ellos, todo el esplendor superficial de la vida desaparece. El auténtico resplandor quizás habite en las pequeñas flores aisladas, y en hombres como flores, que se consumen con el tiempo, dejando tras de sí un rastro de eternidad..."
lunes, 15 de marzo de 2010
"EL LINCE CON BOTAS" INTEGRO

A fecha de hoy ya funciona la página web de Libre Producciones, desde dónde se pueden consultar los títulos, la sinopsis y la forma de conseguir cualquier episodio de "El lince con botas". Puede verse aquí. Desde la página pueden descargarse el catálogo integral de programas de la productora, los listados de capítulos de "El lince con botas" en sus dos temporadas, los documentos de promoción, ver un título completo o extractos de algunos otros, o conocer los diversos títulos ya editados en DVD.
sábado, 13 de marzo de 2010
"EL CONTRABANDO EN LA RIBERA DEL ERJAS"
El primer episodio de "El lince con botas", contiene la frase más reproducida desde entonces entre sus dos guionistas: "todos los carrascos parecían un Guardia Civil", salida de la boca de Domingo Pascual, uno de los últimos contrabandistas a caballo, presentado gráficamente por la admirable Dña. Carmen Hernández, una de las mejores entrevistas de las casi mil que se hicieron. Grabado entre Zarza la Mayor, Ceclavín y Salvaterra do Estremo a primeros de 2001.
"EL SOGUERO DE SOLANA"
¿Alguien recuerda haber visto trabajar a un soguero?. Refresquemos la memoria aunque ya no se sean vegetales sino artificiales sus cómplices. Que ya no se trabaje la pita, el esparto o el cáñamo, sino el enojoso plástico…Merece la pena proceder a un breve divorcio con las musas académicas para evocar una artesanía que aún vive gracias a uno de sus últimos intérpretes, descendiente literal de los errantes gallegos que se consagraban a fabricar las imprescindibles cuerdas y sogas de los campesinos
viernes, 12 de marzo de 2010
"EL BRONCO:MENSAJE EN UNA BOTELLA"
De entre los 291 episodios de "El lince con botas", éste es el epílogo del favorito de su realizador. Sixto Rivas, guardia civil retirado, lidera la oposición de los (pocos) habitantes de la pedanía de El Bronco contra el derribo de un puente sobre el río del pueblo, que construyeron sus antepasados y consideran parte de su patrimonio cultural y sentimental. El plano final, ilustrado por dos chavales bañándose mientras Alfonso López París recita un poema, era el emblema de la principal pretensión de la serie: construir una esperanza que, lamentablemente, se reveló inútil.
lunes, 15 de febrero de 2010
COMO LA SONRISA EN LA CARA

"Conocimos los últimos testimonios de otras vidas. Nos contaron los arrieros de Salvatierra de los Barros cómo, cargados los burros con sus botijos, se dirigían a Andalucía, a Madrid, a Barcelona, a Valencia, para embarcar allí hacia Baleares sus cacharros. Muchas veces se les iluminaba la cara al recordar los viajes, las hazañas de los que llegaron a París y aún más allá, caminando, caminando. Pero el momento más hermoso para uno de aquellos últimos Ulises era éste: llegar "a cualquier río" y, junto a la alegría de bañarse, encontrar la bienaventuranza de la pesca, de una cosecha gratuita y sin esfuerzo, en la que no había más que meterse en el agua, y llenar un recipiente cualquiera con las manos, hasta sacarlo, como en un milagro bíblico, cargado de los frutos del agua. Rebosante. Y los ojos cargados de legañas se le abrían enormes, como la sonrisa en la cara, al recordar aquellos regalos.
La misma historia nos contó el último molinero del Ibor, la misma abundancia. Cuando en determinadas épocas del año no hacían falta ni artes de pesca, sino apenas mojarse y llenar de carne líquida el serón, para celebrar cenas al lado del molino, a la luz de los carburos, con los "veraneantes" que volvían de las primeras emigraciones a Francia.
Y frente a aquellos relatos de alegría, la voz gastada de Ramón, un hombretón enorme a las puertas de la muerte, el último barquero que cruzó el Tajo, contando como los vecinos del gran río, los más pobres, no habían sabido ni siquiera qué se les venía encima cuando empezó la inundación del embalse de Alcántara, y descubrieron sólo entonces qué medían aquellos cordeles y aquellas estacas. Él le llamaba "la balsa" y contaba como subía y subía, dejando debajo huertos, cercas, casitas, campos... Campos "malos", como él decía, pero "allí estaban". Y se le llenaban los ojos, azules, glaucos, de otra inundación, de otro agua: la de la pérdida, la de la continua añoranza. La misma de los vecinos de Talavera la Vieja, desterrados por la inundación de Valdecañas, que en tantas décadas no han dejado, algunos, de soñar reiteradamente con las calles, las casas, los caminos que hoy duermen bajo las aguas. Cuando bajan las cotas se acercan lo que pueden a sus antiguos lugares. Enhebran conversaciones interminables para recrear juntos la geografía fantasmal de paisajes borrados. En el Tajo, en el Zújar, en el Guadiana, gentes que son supervivientes de un continente sumergido, de una fluvial Atlántida.
Eran otros tiempos, era otra relación de las gentes con el agua. En pueblos de Cáceres, además de acudir a fuentes y pozos, se llegaba a recoger el "agua de teja", que no era otra que la lluvia en los canalones de los tejados, que para tal fin se mantenían impolutamente limpios, y servía mejor que las calcáreas para cocer los garbanzos. Gentes que aún usan baldes para lavar, cuidadosamente, y que se escandalizan por la disponibilidad del chorro en los grifos, recordando que en otros tiempos el ahorro estaba garantizado, precisamente, por el esfuerzo de acarrear el líquido hasta las casas. Que reviven con el mismo impenitente alborozo cómo iban a bañarse al río andando, en verano, y la competencia de los muchachos por zambullirse en los charcos y charcones más hondos, lugares todos ellos con nombre propio. Usan verbos hoy desconocidos, como "tupirse" los arroyos y los campos, "aventar" (crecer con las lluvias de otoño) el río, o hablan de su "marea", ese riego capilar que mantenía húmedas las huertas colindantes, rellenaba las fuentes y daba la frescura en las noches de estío. Detallan topónimos de afluentes minúsculos. Y conocieron aún en uso los molinos, esas inimitables instituciones de aprovechamiento hidráulico, unidos a represas de esfuerzos ciclópeos, en algunas riberas conectados entre sí y con acequias de riego, de modo que el agua que soltaba el molino la aprovechaba el agricultor. Pocos de ellos molían en invierno. En buena parte, hoy día son construcciones casi incomprensibles, pues se sitúan sus cubos y arcabuces junto a lechos exiguos, detraídos por los embalsamientos de las cabeceras y los pozos de extracción. Y sin embargo, durante siglos, fueron los señores del agua, los dadores del pan.
¿Qué sentimos al recordar algunos de aquellos testimonios sobre el agua y los ríos recogidos mientras hacíamos "El lince con botas"? Tristeza. Lo que traslucían las gentes era armonía. Lo que grabaron nuestras cámaras, al acercarse a los tramos mejor conservados de algunos cauces extremeños, belleza. Pocas imágenes más hipnóticas que el agua cristalina fluyente en el alto nacimiento del Almonte, pocas más subyugadoras que la serpiente blanca y verde de los ranúnculos que pueblan, antes de ser destrozado por los vertidos de Almendralejo, el bellísimo primer tramo del pequeño Guadajira. Pocos sonidos más placenteros que las esquilas del ganado en la ribera del Ardila, allí donde se crían los fustes como columnas del almez. Y sin embargo, lo que sentimos al recordarlas es tristeza. Da igual que un molinero advierta con toda lógica que los herbicidas del olivar acaban llegando a nuestros estómagos. Que un ancianísimo zahorí nos hable de la cadena enlazada de la vida. Que un pescador denuncie la contaminación que cría en verano, donde antes hubo agua limpia, una verde costra grasienta. En el año 2009, en este otoño en que el campo está exhausto como ninguno de los mayores lo recuerda aquí pero la sequía no es, según dicen las autoridades, preocupante, al parecer los seres humanos seguimos sin ser capaces de enfrentarnos a la verdad de los hechos: no podemos infringir una y otra vez las leyes de la naturaleza. No para siempre. No impunemente. Deberíamos haber aprendido ya que la vida, el agua, el aire, la tierra, tienen sólo valor, pero no se les puede poner precio."

Artículo de Ana Baliñas, publicado en el número 87 de la revista "Ríos con vida", editada por AEMS. La serie de televisión “El lince con botas”, de Libre Producciones, de la que Ana era guionista, fue distinguida con el Premio AEMS-RÍOS CON VIDA 2009.
El canal público de televisión extremeña, por iniciativa de sus gestores, y por el empeño y con la aquiescencia de los responsables políticos de la región, retiró la serie “El lince con botas” en 2006 al no agradarle algunos de sus contenidos, críticos con la política medioambiental y de desarrollismo feroz del gobierno autonómico. Tampoco programa ningún otro trabajo, presente o pasado, de esta productora en un contemporáneo ejercicio de “damnatio memoriae”. Sólo en este tiempo Libre Producciones ha obtenido hasta cuatro reconocimientos de organizaciones sociales, asociaciones y colectivos ciudadanos por, textualmente, su trabajo en relación a la defensa del medio ambiente y derechos humanos fundamentales como la libertad de expresión.
A fecha de hoy, la productora continúa activa.
sábado, 6 de febrero de 2010
"EL LINCE..." VUELVE AL MERCADO

Con el inicio de la primavera, reeditamos el DVD Doble, conteniendo 16 episodios de la primera temporada (2001-2002), de la serie "El lince con botas". Todos los ejemplares de la primera edición se agotaron y sólo ahora se ha decidido volver a distribuir en este soporte y para la venta directa el programa. Será a partir del próximo 19 de marzo y podrá adquirirse en librerías, tiendas especializadas en turismo y, en particular, a través de la web de la productora, cuya renovación está terminada. A través del correo-e produccion@libreproducciones.com podrán solicitarse tanto este DVD doble como cualquiera de los episodios de "El lince...", que se servirán de forma individual y personalizados a quienes pidan ejemplares. Para ello, el usuario podrá descargarse un completo catálogo ilustrado conteniendo cada uno de los 281 episodios realizados.
sábado, 9 de enero de 2010
LA EXPOSICIÓN












Durante unas fechas de 2007, una pequeña exposición de carteles acompañó la proyección pública (en 50 ocasiones) de los episodios vetados o censurados de la serie, así como algunos otros señeros de entre las dos temporadas. Recorrimos de sur a norte la geografía extremeña con la cooperación de diversos colectivos y asociaciones, así como de particulares. Las proyecciones atrajeron a unas 3000 personas, desde las más de trescientas que acudieron en Villafranca hasta las apenas 10 que nos vimos en Alburquerque. Pero aquello mereció la pena. Las imagenes de los murales corresponden a diferentes capítulos, entre el 2001 y el 2006.
SOLIDARIDAD

Una de las escasas notas públicas (en privado abundaron más) de solidaridad con el programa y la productora a raiz de su supresión. Se publicó en la revista "Margen izquierda", de Llerena, lo que agradecimos sinceramente. En Extremadura este tipo de actuaciones, sea el caso que sea, supone un riesgo importante a nivel personal y profesional para cualquiera, por la omnipresencia del poder político en materia social y económica, y su bien conocida capacidad para ejercer presión o promover represalias. "El lince con botas" es un evidente ejemplo de ello.
miércoles, 6 de enero de 2010
INOCENTADA

La noticia advierte de la selección de un documental para un festival. No es la primera vez que su realizadora o la productora que firma esa obra, insisten en que "entre otros trabajos, (la directora) ha editado la serie 'El Lince con Botas' de Libre Producciones". La fecha de publicación es el 28 de diciembre, día de los Inocentes. Como inocentada puede calificarse la atribución del referido trabajo en "El lince con botas". Allá cada cual y sus métodos. Libre Producciones se limita a recalcar que es falsa la afirmación.
lunes, 21 de diciembre de 2009
LA MEMORIA ARTIFICIAL

"La memoria artificial esta construida por lugares e imágenes. Llamaremos lugares a sitios dispuestos por la naturaleza o por la mano del hombre, de dimensiones reducidas, completos y atrayentes, tales que podamos asirlos y abarcarlos fácilmente por medio de la memoria natural: una casa, un espacio intercolumnar, un rincón de la sala, un arco, y otras cosas similares. Las imágenes son ciertas formas, marcas o representaciones de lo que queremos recordar; por ejemplo, si queremos recordar un caballo, un león, un águila, nos convendrá recordar sus imágenes en unos lugares determinados." (Retórica a Herenio, III, XVI)
Faltan apenas diez días, 240 horas, para que los episodios de "El lince con botas" co-producidos por Libre Producciones con Canal Extremadura TV, no se puedan emitir de forma gratuita, como sucedía hasta la fecha. El contrato suscrito al efecto caduca a día 31 de diciembre. Han pasado ya tres largos años desde que la serie fue suprimida unilateralmente por el ente público extremeño, y con ella cayó el resto íntegro de nuestras producciones y trabajos, previos y posteriores, ninguno de los cuales ha sido emitido desde 2006. Sometidos a semejante política de damnatio memoriae, la productora ha seguido adelante, a pesar del daño enorme infringido con esta decisión, política y personal antes que racional y comercial. Constaba en el contrato que los episodios producidos pudieran emitirse gratuitamente desde la fecha de su producción y hasta tres años después, pero ninguno vio la luz desde que se tomó la decisión de prescindir de la serie: el erario público prefirió gastar en cualquier otra cosa antes que difundir las setenta horas gratuitas que disponía de programas de "El lince con botas". Una decisión irrespetuosa ya no con sus autores, sino con los centenares de colaboradores altruístas de la serie. Simplemente, la explicación fue un lacónico "no interesa". La justificación ante la Asamblea extremeña, que algunos contenidos de la serie carecían de la ética necesaria para su emisión (sic). Ello, después de episodios de censura abierta, como impedir la emisión de un capítulo sobre la contaminación ambiental aludiendo, por escrito, a que sus contenidos no cumplían la condición de proximidad, al contener imágenes grabadas en Andalucía. Eso, un canal que a diario emite filmes y series de origen japonés, norteamericano o mexicano. Pura política.
En fin, a partir de 2010 , "El lince con botas" ya no será gratis para el canal público. Si no se emitía en estas condiciones, es evidente que, a menos que todo cambie, que nada cambiará, será difícil volver a escuchar sus pasos en este medio. Público. Pero muy privado. En esencia, privado de alma. Podrán hacer y decir lo que quieran, pero el alma, la memoria artificial, la tenemos nosotros. Y por eso se empeñan en hacerla olvidar.
(*) Desde su supresión hasta la fecha, la serie "El lince con botas" y/o Libre Producciones obtuvieron el Premio Adenex, el Premio Libertad concedido por ADHEX, el Premio Ríos con Vida de AEMS y el Premio Tégula de la PCRN, además de optar al Premio de Comunicación Carlos III. Además, diversos capítulos de la serie participaron en los Festivales del Río (Barcelona), Goias (Brasil), Oiasso (Irún), Agon (ARCHAEOLOGICAL FILM OF THE MEDITERRANEAN AREA, Atenas), Festival du Film d'Archéologie d'Amiens (Amiens, Francia) o se proyectaron en público hasta en cincuenta ocasiones en poblaciones de Extremadura, dentro del ciclo "El animal invisible", y en otras como las IX Jornadas sobre el Maquis en Santa Cruz de Moya (Cuenca), en homenajes públicos a personalidades como Agustín Sánchez Rodrigo o Ángel Campos Pámpano, durante el Seminario Fronteras del Trabajo Local/ Trabajo en la Frontera Global, o con ocasión de la presentación de la Pizarra visigoda de Barrado en dicha localidad del Jerte.
viernes, 4 de diciembre de 2009
LABOR INFORMATIVA

"Tv Libre Producciones "El Lince con Botas" premi AEMS-Rius Vius 2009
Premi Rius Vius 2009.
Aquest any el premi AEMS-Rius Vius Rius ha estat atorgat a la productora extremenya Tv Libre Producciones i el seu programa "El Lince con Botas" en reconeixement de la seva labor de difusió i foment de la cultura fluvial. Els reportatges dels rius extremenys, ha demostrat conjugar qualitat, rigor i entreteniment, exposant amb rigor els problemes que els afecten. Aquesta labor informativa es un clar exemple de la llibertat d'expressió, que des de "alguns sectors poderosos extremenys" s'ha intentat posar-hi en entredit."
Así cuentan, en catalán, el Premio Ríos con Vida 2009 que nos concedió, gentilmente, AEMS. Todos los episodios de la serie relativos a "Seguir un río" pudieron verse en aquella comunidad, en concreto durante las sucesivas ediciones de El Festival del Riu, celebrado anualmente en la comarca de Noguera-Pallarés. Los "sectores poderosos extremeños" a los que hace alusión el texto siguen en sus trece.
CARICATURAS






Dibujos de Rafael Mellado sobre situaciones más o menos verídicas acontecidas durante el trabajo en la serie...
miércoles, 2 de diciembre de 2009
¿UNA TETA INAGOTABLE?

Que una televisión autonómica es un pozo sin fondo, no es novedad. Que la extremeña ha alcanzado ese dudoso rango a la mayor velocidad posible (gracias a la Asamblea, a la apatía y desconocimiento ciudadano, a la complicidad de los agentes sociales y a la coartada que todos ellos ofrecen a sus responsables) es una cuestión fuera de toda duda, como el hecho de que una comunidad con nuestros números no puede permitírse a la larga soportar una situación incompatible con el sentido común, ni con el mantenimiento de una fantasía que convierte cada puesto de trabajo directo e indirecto en el sector en un desembolso público, que al tiempo sirve para controlar la afección al status quo de empresas y trabajadores. Repasemos las cifras y actuaciones recientes (de estos días) y serenemos la soflama con datos objetivos: Canal Extremadura TV y Radio iniciaron su andadadura hace cuatro años con un presupuesto comprometido por el gobierno regional de "nunca más" de 9 millones de euros, a los que pronto se sumaron otros 5'5 millones para iniciar Extremadura TV, la versión por satélite. Ahora bien, la cifra consignada en el presupuesto extremeño para 2010 en el bloque 115-A de Presidencia, Dirección General de Relaciones Institucionales, para la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales (Cexma) es una partida de ¡31,5 millones de euros! En 2009 ya fueron 28 millones de euros. El gasto previsto se ha visto triplicado -desconocemos la deuda acumulada hasta la fecha...- como consecuencia de un aterrizaje forzoso en la realidad, secuela de una apuesta por un medio de inspiración generalista, incapaz de producir contenidos propios pese a disponer de una plantilla recargada, y manirroto en la adquisición de programación del alto coste, como el fútbol profesional y el cine de gran industria, con la aquiescencia del gobierno.
No contentos con ello (y sin incidir siquiera en la carencias obvias de la parrilla, ni en el funcionamiento despótico y arbitrario del medio, basado en el clientelismo más descarnado, y en el veto y la cerrazón absolutos hacia sus críticos) aparece una nueva vuelta de tuerca financiera, hoy mismo en el DOE: el patrocinio de programas. Patrocinio de programas...pero a cargo de la propia Presidencia. Medio millón más de euros en un "contrato privado" para la ejecución de tres programas de diferente orden: un concurso descerebrado, una versión triunfalista del (mal)trato al medio ambiente y una serie de documentales franquicia. Un ingreso extrapresupuestario, típica ingeniería financiera que, de acometerse en gran escala, alimentará la voracidad de gasto del medio mediante la sangría a la administración hermana. Sin embargo, la fuente del dinero es siempre la misma: pública, los impuestos de los ciudadanos. Concretamente, Presidencia. No hay tejido económico en la región para mantener patrocinios televisivos fuera de la teta de mamá gobierno. La cooperacion necesaria de la oposición parlamentaria en este dispendio salta a la vista. El mismo diputado que clama al cielo por un gasto de 14.000 € para un presunto taller afectivo-sexual (por llamarlo de alguna manera) ni sabe ni contesta respecto al modelo televisivo que explicito. Ni que decir tiene que la casta política extremeña está encantanda con su tren eléctrico: surte de cargos, dietas, propagandas y componendas como ningún otro medio hasta la fecha en la historia de la Comunidad.
Como ya reflejé en su día en mi diario personal, el secretario del Presidente de la Junta remitió un escrito a Libre Producciones, en fecha 10 de noviembre de 2008, en el que literalmente se decía que "Canal Extremadura no contempla nuevos programas en la parrilla -para 2009- debido a que su presupuesto está muy limitado". Desde entonces, no menos de diez nuevos programas han sido incluidos en esa parrilla, amén de la compra de los derechos televisivos de las Champions League. También nos aconsejaban desde esa Presidencia que "entráramos en contacto con los responsables del medio dado que al fin y al cabo son ellos quienes deciden", en este caso a quién y qué contratan. Los citados responsables no nos contestan desde junio de 2007. Y sin embargo, da a entender ese contrato privado que el patrocinio de programas lo decide Presidencia. Otra contradicción más.
Como ya reflejé en su día en mi diario personal, el secretario del Presidente de la Junta remitió un escrito a Libre Producciones, en fecha 10 de noviembre de 2008, en el que literalmente se decía que "Canal Extremadura no contempla nuevos programas en la parrilla -para 2009- debido a que su presupuesto está muy limitado". Desde entonces, no menos de diez nuevos programas han sido incluidos en esa parrilla, amén de la compra de los derechos televisivos de las Champions League. También nos aconsejaban desde esa Presidencia que "entráramos en contacto con los responsables del medio dado que al fin y al cabo son ellos quienes deciden", en este caso a quién y qué contratan. Los citados responsables no nos contestan desde junio de 2007. Y sin embargo, da a entender ese contrato privado que el patrocinio de programas lo decide Presidencia. Otra contradicción más.
Dentro de 30 días expira el plazo para la emisión gratuita por Canal Extremadura TV de nuestra serie "El lince con botas". G-r-a-t-u-i-t-a. Aún así, no se ha emitido ni un segundo desde su supresión unilateral hace casi tres años. Durante el pasado mercado audiovisual de Málaga, Canal Extremadura TV se ofrecía a adquirir series y programas documentales de contenido etnográfico.
Mi admirado Thoreau dejó dicho que el hombre debe aprender a soportar pacientemente lo que no puede evitar debidamente. La paciencia tiene un límite, empero.
martes, 17 de noviembre de 2009
EL REGRESO DEL TREN DE LA PLATA

Un informe aupiciado por las Cámaras de Comercio implicadas en la ruta del ferrocarril del oeste acaba de concluir que el Tren de la Plata sería viable y rentable no sólo para mercancías sino también para viajeros, cuestión ésta que el grupo de transporte por carretera ALSA conoce desde hace más de veinte años. Una empresa ésta de las principales favorecidas por el cierre de la línea perpetrado por González, aludiendo a su poca rentabilidad: en realidad promovía la época del pelotazo económico de las autovías, afianzaba a los operadores energéticos basados en el petróleo, conformaba al sector de la automoción y en particular, asumía obedientemente los flujos comerciales y la entrada rápida de mercancías impuestos por Bruselas para las grandes corporaciones y el auge del sector servicios, el consumo y el turismo como futuros ejes de una economía, la actual, según la cual el desvío de la inversión en obra pública hacia la carretera beneficiaba las comunicaciones y la libre circulación de las personas, acentuando el progreso. Y desde luego, acentuando también todos sus males. La desvertebración del territorio, la pérdida de una alternativa competitiva y los elevados costes del proceso apenas se manejaron y la política de progreso se tomó una víctima que acude, como la mala conciencia, de vez en cuando al plano de la actualidad, para hundirse en su insaciable estómago poco después de la reaparición.
El estudio, por lo demás, atiende a la voz de sus amos, no en vano precisa que dado el abandono de las infraestructuras, sería preciso construir una via paralela, menos costosa (?) que el arreglo del desaguisado. Irreductible el empresariado en su deseo de encontrar, como sea, nuevas vías de construcción. Aún así, la posibilidad de reapertura va a comenzar a ser exigida, se quiera o no, como consecuencia de la crisis energética y el coste de los combustibles fósiles. Y del descenso de los beneficios comerciales de tantos como, desde 1.984, se han lucrado merced al cierre de líneas y el consiguiente monopolio en el diseño y ejecución del transporte público y privado.
La rentabilidad de la línea nunca debió ponerse en duda: la falsedad del argumento crispa no a la luz de los estudios pasados -apresuradamente redactados ad hoc-, sino del sentido común y la cotidianeidad mercantil y social durante todos estos años. Pero viene todo esto a cuento, para arrimar el ascua a mi sardina, de los dos episodios dedicados al tema en "El lince con botas", titulados "El largo camino del tren de la Plata" y "El regreso del tren de la Plata". En ellos, gracias a nuestro amigo y colaborador Juan J. Ramos, se ofrecían datos elocuentes al respecto de la línea, desde su apertura hasta su cierre. El segundo de estos episodios jamás se emitió por Canal Extremadura TV, a pesar de que era una continuación del primero. Se vetó porque nos negamos a suprimir la intervención de "un anciano que se entrometía (sic)", como se nos indicó literalmente por escrito. El "anciano" hacía alusión a la noche en que corrió por las vías el último tren, de la cual había sido testigo privilegiado, para acto seguido argumentarse con cifras y opiniones que el gobierno de González, con la ayuda y connivencia de la Junta extremeña, se postuló en favor del cierre sin más argumentos sociales y económicos que los que se inventaron a propósito, y que aún hoy están en entredicho. Más que nunca. Y nunca quizas se conocerá el alcance de las presuntas compensaciones al ejecutivo regional -o al partido, para sí quisiera la sociedad- por la pérdida de semejante bien común.
Decíamos en ese episodio que desde 1984 la naturaleza no ha perdido el tiempo y poco a poco ha ido organizándose entre las vías que llevan de Plasencia a Astorga. El tren como tantos otros héroes, prometió volver. Y aunque su casa siga en pie y tantos elogios merezca hoy la lentitud, su regreso está aún en medio de un enorme paréntesis.
lunes, 16 de noviembre de 2009
UN LOGRO

"El BOE publica una resolución sobre la restauración fluvial del Viejas (Cáceres), que incluye entre otras actuaciones, la eliminación de su represa hidroeléctrica, asunto en el que el comité extremeño de RÍOS CON VIDA ha dedicado unos años y expusísteis en vuestros documentales. Se trata además de una central hidroeléctrica en activo, pero cuya diminuta producción se ha estimado que no compensa el daño al medio natural, como sabéis. Suponemos que el verano que viene empezarán a desmontarla y a restaurar el río."
Carta de Pedro Brufao, de AEMS-RÍOS CON VIDA, a nuestra atención. El documental al que se refiere son los episodios "El Viejas, aguas arriba" y "El Viejas, aguas abajo", de la serie "El lince con botas", prohibida en Canal Extremadura TV y Extremadura TV por su extraordinario poder subversivo, agitador de un radicalismo antisistema que quita el sueño a los gobernantes y asusta a los niños y a los modernos. Un grano no hace granero, pero mueve molino. Con una noticia como ésta al día sería aún más feliz.
miércoles, 28 de octubre de 2009
HOMENAJE

Víctor Chamorro noveló su biografía en "Sin raíces" y nosotros, modestamente, dedicamos un episodio de "El lince con botas" a glosar su obra como pionero. Durante la jornada del viernes, a las 11'30 horas en este instituto de Plasencia se proyectará "Agustín Sánchez Rodrigo, no habrá más penas ni olvido", tras una mesa redonda en la intervendrán Gonzalo Sánchez Rodrigo, Teófilo Porras, el propio Chamorro y José Julián Barriga. El título del capítulo, obvia referencia al tango inmortal, le viene como anillo al dedo a la propia serie. Aunque algunos quieran enterrarla en vida, "El lince..." sigue presente como lluvia fina o, quizás como calabobos, que al fin y al cabo es lo mismo, pero no da igual. A nosotros, por ejemplo, nos gusta mojarnos. Aunque sea cosa de bobos.
viernes, 18 de septiembre de 2009
LA LEYENDA DEL TEJO

Aprendimos que los ejemplares más grandes son tejos hembras (esta especie crece en pies separados); que dichos árboles, muy escasos en nuestra región, son restos de la última glaciación; que sus espectaculares frutos, de un carnoso rojizo, están diseñados para que pájaros como los mirlos, petirrojos o zorzales se sientan atraídos por ellos y ayuden en su reproducción; que crecen en terrenos abruptos ( el cámara se cae en una escena) cercanos a cursos de agua. Que tiene cierto aire mítico y legendario
debido a su extraordinaria longevidad ( Creció tan lento que morir no puede), a la calidad de su madera y a las propiedades químicas de su composición. Que están en peligro porque sus plántulas no prosperan por temas como la sequía estival o la amenaza de los incendios, además de los desmanes de la mano del hombre; que tienen que ser considerados como un patrimonio cultural más, reflejo de la historia natural de nuestra zona, incluyéndolos en políticas de gestión y conservación...
La verdad, uno se emocionó al ver tanta belleza natural tan cercana a nosotros y tanta buena información sobre su verdadero valor.
Comentario referido al episodio "La leyenda del tejo", de la serie "El lince con botas".
De la Revista "De Jigu a Brevas", número 98. Junio de 2007
jueves, 17 de septiembre de 2009
NUEVO PREMIO A LA SERIE

"Estimados amigos de Libre Producciones:
Como sabéis, AEMS-RÍOS CON VIDA es una asociación creada en 1979 con el fin de proteger los ecosistemas fluviales españoles. Su labor fue reconocida en 1998 con el Premio Nacional de Medio Ambiente.
Nos ponemos en contacto con vosotros para informaros de que vuestra productora ha sido elegida este año para recibir el galardón RÍOS VIVOS 2009, que desde 2005 se otorga a quienes han destacado en la protección y difusión del patrimonio natural y cultural fluvial de España.
Vuestros reportajes sobre los distintos ríos extremeños, como el Viejas, el Alcarrache, el de los Ángeles, el Salor o el Almonte, suponene todo un referente para la divulgación del patrimonio natural y cultural.
También hemos tenido en cuenta sobremanera las presiones que habéis recibido para limitar la libertad de expresión y acallaros, sin la cual no hay defensa posible de los derechos y valores comunes y de nuestro patrimonio. Vuestra valentía y diignidad son un ejemplo para Extremadura y el resto de España.
La entrega pública del Premio se hará en la Biblioteca Pública de Cáceres el próximo viernes 2 de octubre a las 19'30 h. Enhorabuena y un fuere abrazo. Pedro Brufao Curiel, Presidente."
La carta de AEMS-RÍOS CON VIDA ha sido recibida con gritos de alborozo y puños cerrados. Es un reconocimiento que procede de personas que hacen un trabajo riguroso y necesario, amén de altruista y concienciado. Los reportajes sobre nuestros ríos que se citan pertenecen a la serie "El lince con botas" e incluían algunos otros de nuestros cursos fluviales: el Ibor, el Ardila, el Guadajira, la Ribera del Marco, el Sever, el Hurdano...Todos estos episodios, sin excepción, han participado en festivales internacionales de televisión. La serie no se emite por Canal Extremadura TV ni por Extremadura TV pese a que el primero de estos medios públicos tiene los derechos de emisión (y gratuitos) hasta su caducidad en enero de 2010. Su encabronamiento contra Libre Producciones proviene de la evidente incapacidad de sus gestores políticos y ejecutivos para tolerar la libre expresión de argumentos contrarios a sus intereses, incumpliendo así los principios de la Ley que ampara la televisión autonómica. Vergüenza debería darles. Con este Premio de AEMS-RÍOS CON VIDA, que agradecemos como corresponde, con ilusión y alegría, sumamos ya cinco desde la desaparición de la serie, otorgados a la productora por asociaciones y colectivos ciudadanos de ámbito regional y ahora estatal. Muchas gracias a todos, por razones obvias.
jueves, 25 de junio de 2009
REVISTA ADRA, número 4: "O bicho invisible"
Artículo de Ana Baliñas, co-guionista de la serie, publicado en ADRA, revista dos socios y socias del Museo do Pobo Galego, en Santiago de Compostela. 2009.
“EL LINCE CON BOTAS”: O BICHO INVISIBLE
No ano 2000 empeza a materializarse por primeira vez en Extremadura a Lei de creación da radio e televisión autonómica, e a Libre Producciones, coma empresa pioneira e de traxectoria contrastada do sector audiovisual naquela comunidade, se lle pide unha idea de contidos. Preséntase daquela a proposta de “El lince con botas”, formato de serie documental con episodios de media hora de duración protagonizados por un bicho invisible: invisible na realidade dun medio ambiente humanizado onde, pola competencia coa explotación cinexética, non pode xa vivir nin siquera onde aínda fican boscos mestos e montes fragorosos, felino extinto; invisible tamén na ficción de cada un deses capítulos en que, como animal imaxinario, fala pola voz dos locutores, conversa cos entrevistados, pescuda sen xenreira as extrañas actividades dos que agora habitan e transforman paisaxes que outrora patearon os seus, comedor de palabras, pescudador de oficios, de experiencias e de saberes. Da serie ían ser protagonistas “os seres humanos, capaces de cáseque todo, ata de pararse a charlar cun animal invisible”.
Esa idea sería o punto de partida para o conxunto técnico e humano constituido por unha empresa privada cunha dilatada experiencia previa de producción audiovisual en Extremadura, que pronto empezou a levala á realidade. Escomenzamos a traballar na producción, grabación, edición e realización, documentación e guións desa serie de reportaxes documentais de temática variada, que levaba no seu tiduo a orientación conservacionista e viaxeira, e a referencia ó mundo dos contos, que, coma todo o mundo sabe, atan usualmente ficción con realidade.
Chegarían a sumar, un a un, en dous tráfagos de traballo tolo, un total de 291 episodios realizados e caáseque todos emitidos en dúas vegadas. A primeira, con cento carenta e sete episodios elaborados a razón de tres a cinco á semana, entre os anos 2001 e 2002. A segunda, de cento cuarenta e catro en similares condición, escomenzada tres anos máis tarde. A pequena historia desas dúas tempadas está ligada á da TV autonómica extremeña, algo máis dilatada.
Houbo, en Extremadura, un primeiro experimento de TV pública chamado “Canal Sur Extremadura”, que empezou a emitir no ano 2001. Na súa parrilla de programación, e coma un dos programas máis resaltados, figurou dende o prinicipio a primeira tempada da serie, da cal se emitían varios capítulos cada semana. Se nos falara naquel primeiro acordo de dous anos de “Lince” garantizados, e vistos os resultados favorables das estadísticas de audiencia do programa, a aparente boa acollida pública, e outros indicios que nos semellaban fiables, coma as boas críticas en artigos de prensa, os correos, comentarios telefónicos e cartas encomiásticas que recibíamos na empresa encol da serie, nada nos facía supor que puidera non ser fora verdade.
Especialmente, confiabamos na propia valía e interese do que conseguían trasmitir os entrevistados, e do que conseguían facer os colaboradores do Lince: buscadores e localizadores in situ, abertos uns e outros a compartir xenerosamente o que eran ou o que sabían con quen fora a preguntarllo de bós modos e con algún coñecemento de causa e interese definido previo.
Non embargantes, moitos meses e capítulos antes deses dous anos previstos, aquel Canal Sur Extremadura, tras só nove meses de vida, por motivos políticos e sen avisos previos, deixou de súpeto de existir. Imanxínense o pau que levamos.
Houbo logo, e hai aínda, o actual Canal Extremadura, que empezou a emitir en Nadal 2005, tamén dende o principio co “Lince” na súa parrilla, tralo curioso “apagón autonómico” de tres anos. Co novo ente, en réxime de coproducción, afrontouse daquela a segunda tempada da serie, co equipo de producción inicial parcialmente reconstruido tras tres anos de detención, e grandes mostras iniciais de interese pola continuidade da serie e o traballo da empresa por parte do medio público.
Nun caso, puidemos achacar á pura mala sorte a pequena catástrofe que, para a economía da empresa productora, así coma para as expectativas dos traballadores, que desenroláranos entre nós unha boa relación profesional e de amistade, supuxo a primeira imprevista finalización da serie.
No segundo, foinos aínda máis difícil asumilo. O medio emisor descartou expresamente dende 2006 tanto mercar ou contratar nin un segundo máis do noso catálogo de produccións e proxectos, coma renovar a producción dunha serie, que, sen razoar motivos, deixou pouco despois de emitir, preferindo contidos de caracter e producción moi diferentes.
E non embargantes, aquel programa respondía notablemente ó que a lei de creación da RTV pública autonómica dictaba (e dicta, pois ninguén a cambiou aínda), para este medio de comunicación en concreto: “contidos culturais de calidade, non alienantes, degradantes nin escapistas”, que reflectaran “a pluralidade social da comunidade”, e que amosaran ós destinatarios (e pagadores) daquel servicio público (é decir, á cidadanía extremeña ó traverso da súa administración autonómica) a paisaxe natural e humana da comunidade, a súa cultura. Ofrecía, lóxicamente, contidos axustados ó chamado “criterio de proximidade” (por lei, as TVs autonómicas teñen tamén éste entre os seus requisitos de programación), e axustábase igualmente ó criterio de ser producida por unha empresa “autóctona” (-de xeito que a economía indirecta xerada polo sector audiovisual revertise na riqueza conxunta, en vez de converter o medio nunha sorte de “fuga de capitais autonómicos”-), pois o desenrolo do sector audiovisual autonómico era, por estes ou outros motivos, un dos principais obxectivos que a Lei de creación do ente de radio e tv extremeño trataba no seu inicio.
Por contrato ficaran especificadas as seguintes condicións entre o medio público e a empresa co-productora privada (privada e independiente, neste caso): un sería libre e responsable á hora da emisión, outra seríao á hora da pre e post producción da serie en tódolos aspectos de autoría creativa, dende a idea orixinal e o traballo de cámara e son á mesa de edición, pasando pola producción, elección dos contidos, etc. Ambalas dúas partes contratantes posuirían sendos másters de cada programa da serie en formato broadcast televisivo profesional, e ambas compartirían calqueira beneficio económico fururible devengado da serie ó cincuenta por cento.
En canto ó noso enfoque, o mesmo pras dúas tempadas, seméllame correcto: empregar o medio público para que a que a xente falara dalgo que sabía e quería narrar, e que se vese e oise na tele do mellor xeito posible. Conseguir que varios centos de persoas puideran trasmitir cousas que saben ou fan, “cousas”, cicais, que son. Tamén experiencias vitais singulares e diversas. E, entre elas, amais dos saberes académicos ou científicos, decantamonos en gran medida pola lembranza vital, sobre modos de vida e producción presentes e pasados, de persoas de mediana edade e eidosas do medio rural, anque tamén houbo capítulos sobre e en ambientes máis urbanos.
Estabamos, como as veces se dixo nas chamadas a potenciais entrevistados o localizadores dende os teléfonos da empresa, “embarcados nun proxecto apaixoante”.
* * *
¿De qué trataba a serie? Nunca cataloguei a primeira, anque podería facelo seguindo máis ou menos os mesmos epígrafes temáticos que apliquei ó tentar ordenar temáticamente a segunda. Trataba, por exemplo, de amosar a audiencia “pobos e enclaves concretos de patrimonio cultural ou artístico-histórico extremeño”. Na segunda tempada, contabilicei un total de dezanove episodios subsumidos nese epígrafe, que visitan diversos puntos da xeografía das dúas vastas provincias arrapiñando episodios de media hora cada un e, normalmente, varios entrevistados por capítulo. Conto logo os adicados a "arqueoloxía e historiografía da comunidade extremeña", a continuación vinte máis de "natureza, medio ambiente e ecosistemas", diferenciando os que versan sobre “patrimonio natural, actividades de conservación e principais ameazas” (once episodios), os catro adicados ó "seguimento de cauces fluviais", os cinco da mini serie de "botánica e fito-diversidade"; aínda logo os vinta e tres catalogados coma "sociedade e actualidade en xeral".. Sumo os de "deportes e deportistas", os de "música", os adicados ó "teatro", os clasificados coma "artistas, escritores e debuxantes", os dous de "gastronomía", e, finalmente, computo trinta e cinco episodios alineados baixo a temática común de "etnografía, técnicas e oficios".
Descendo ó concreto, topo na primeira categoría estas apresuradas sinopsis de episodios da segunda tempada: antigos veciños, constituidos en cronistas e investigadores do suceso, narran o asulagamento das súas terras, caserío e camposanto en tempos de Franco, en “Talavera la Vieja, durmiendo bajo las aguas”. Historia e arte na vella sé no episodio “La catedral de Coria”. Tradicional festa de recolección en “La Fiesta del Capazo”. A lexendaria figura dun "bandolero generoso" na pacense Serra de Alor, e a construcción tradicional das características "chimenas portuguesas" no mesmo enclave raiano. Os Baños· de San Gregorio de Brozas, as moi enxebres "chozas" graníticas nas leiriñas escalonadas do Val do Jerte, o conxunto da "Máquina do tío Fabián", patrimonio de arqueoloxía industrial composto por máquina de fiados con muiño hidráulico na outrora productiva poboación de Portezuelo, os catro capítulos adicados a dúas moi contrastadas cormarcas urbanas da capital cacereña (ficaban para o futuro, e endexamáis chegaron a facerse, os parellos capítulos sobre as ricas, en historia e belezas, bisbarras pacenses e emeritenses...).
Entremezclados con outros sobre o deporte ou xogo da petanca, a formación agraria, os riscos da contaminación, os hiphoperos, rapeadores e bailadores de breakdance, o deporte de base, os postos nos mercados semanáis ó ar libre de pobos e cidades, os profesionais de strep-tease (“El desnudo como disfraz”), a memoria histórica, unha clínica veterinaria, a vida duns curas nunha parroquia rural, os transeúntes, etc, etc. que foron algúns dos de “sociedade en xeral”.
En música, aparéceme un totus revolutum: dende a máis ancestral e popular, coma o pandeiro tradicional nas lindes da Extremadura alta, o tamboril, o acordeonista, unha crebada cantaora xitana, ós grupos de folk, pop e rock, a banda de amigos, a orchestra de verbena popular, o de etnografía musical en que un dotado "percusionista de cacharros" lembra en público espectáculo parte do que, coa menaxe doméstica, os chocallos ou esquilos, etc, podíase facer e facíase de música outrora, ou os dous adicados a un intrumento moi especial nestas latitudes, o rabel...
E aínda que seguira detallando, sumando e catalogando, continuaría a sentirme incapaz de suxeitar ós productos do percorrer fantasmal dos equipos de grabación e edición da empresa en ringleiras ordeadas. Véñenme a mente, ser vir a conto, a beleza infinita das mineralizacións de aragonita nunha cova descuberta ó caer nela medio burro cando estaba o seu dono a arar, e o pequeno melodrama que durante décadas protagonizou a familia propietaria deses terrenos, convencidos de ter na cova un “tesouro” ó que xamáis conseguiron sacar partido, as fascinantes variedades lingüísticas na fala das xentes, a riqueza etnobotánica que, man a man, van descubrindo para a cámara nunha caleixa da oriental comarca dos Montes un especialista académico e un antigo pastor, en herbas alimenticias, en remedios e costumes, a conmovedora persistencia da historia humana na paisaxe rural e urbana desta periférica comunidade humana de apenas un millón de habitantes na actualidade, as chairas que semellan non ter fin, as devesas, as sobreiras, a floración das jaras nas lomas e lomas do sotobosco mediterráneo, os chozos, os pastores, o caldereiro, o ferreiro, os caleiros, os esquiladores, o pregoeiro, o hortelán, o cesteiro, o sogueiro, os campaneros, o zapateiro, os talabarteiros, o albañil, os corcheiros...
Corto en plena digresión e teimo en avanzar este artigo.
* * *
Comunicación coma ben social… Comunicación, pois, coma aquelo que polo seu carácter benéfico de utilidade ou servicio público merece os cartos que custa. Pero, ¿quén debe falar? ¿quén debe comunicar? Para nós a resposta era clara: cantos máis millor, entre os que coñeceran, e por tanto puideran aportar, contidos sobre a realidade extremeña, en canto ó seu medio físico e humano. Detendadores de saberes, oficios e actividades. Habitadores de lugares. Trasmisores de opinións e iniciativas. Denunciadores de erros ou problemáticas. Persoeiros de sí mesmos, e só representantes da administración en canto tivesen que ser eles, e non outros, os convocados á cita có público.
Así, a alcaldesa de Romangordo (vanse sorrir os lectores ante o topónimo), concello que financia unha investigación arqueolóxica no seu territorio, participa nun dos episodios da serie, adicado á extensión do neolítico en Extremadura nunhas datas que esa mesma investigación revelou moi anteriores ás previamente consideradas para este territorio. Agora ben, posto que ese aspecto da financiación da investigación arqueolóxica, anque de interese, mesmo exemplo loable, non é extremadamente importante para a difusión de coñecementos sobre a prehistoria, que era o principal pulo no programa, a participación da alcaldesa limítase a uns minutos bastante ben empregados: ela presenta o tema do capítulo, a localización xeográfica do enclave, lembra os derradeiros usos humanos que tivo (agrícolas tamén, nunha persistencia temporal emocionante para a fermosísima e nas derradeiras décadas asalvaxada “garganta de las Canalejas”), e menciona ser o seu un dos municipios con valores naturales merecedores do recoñecemento da Unesco, parte da “Reserva da Biosfera” asociada a Monfragüe. Os dous arqueólogos que amosan os abrigos e detallan os achádegos e os métodos empregados naquela súa investigación ocupan, cara o público, a meirande parte da media hora de programa. Os tres entrevistados están subordinados ó mesmo: trasmitir información relevante, e non se priorizou nin se minimizou, coido, a presencia de ningún deles por outros motivos que non fosen servir á intelixibilidade e amenidade do programa.
Neste episodio, coma en outros, o reto era tentar que a xente expresara información relevante de potencial interese público, e crearlle, con motivo do locutor, das músicas, da realización e das imaxes de recurso, un colchón axeitado para atendelas un telespectador. En moitos casos, o criterio “aburrido” foi empregado para eliminar un “ total” con entrevista –dícese do conxunto total dos elementos sincrónicos audio e video dun cacho de grabación na mesa editora-. Noutros, non obstou para elo, e sei que non tódolos episodios foran igualmente doados de seguir, neste sentido. Mentarei a resposta que me deu unha señora de medio rural e poucas letras ó respecto dun dos programas que, ó meu propio entender, resultaran realmente dormitivos. Ó preguntarlle eu se non lle parecera tal, respostoume con verdadeiro entusiasmo algo así coma: “¡e non, daba gusto oires a aquel señor que falaba tan ben!”. O tema, a biografía, contexto e filosofía do teósofo extremeño Mario Roso de Luna, explicada monotemáticamente por un dos especialistas no seu pensamento.
Por iso, se algo me deixou o “Lince” coma experiencia, foi un enorme respeto pola formación e as capacidades cognitivas dos nosos espectadores e dos nosos entrevistados, moi por riba das condicións de “éxito de audiencia” preconizadas polos defensores do tele-lixo, que adoitan ser os mesmos responsables dos medios, o seu séquito, e os comulgadores coa súa magra ideoloxía.
Confiar na intelixencia allea, na dos entrevistados e na da audiencia, é unha das apostas máis urxentes no medio de comunicación televisivo, onda a mesma inmediatez da intrínseca oralidade das mensaxes faculta a comprensión do dito, se non se caer en falacias, con moitas máis garantías que a densidade dun texto escrito. Un dos grandes poderes do rexistro tecnolóxico contemporáneo de imaxe e son é a posibilidade de manipular a temporalidade do rexistro, e, á hora de trasmitir información, esta ferramenta revélase moi fecunda. Anque se fagan as entrevistas por separado, os coñecedores dun tema ou dun lugar ou dunha actividade ou dun suceso falan do mesmo, e tratarán decote os mesmos aspectos en diversos momentos da súa entrevista, formulándoos cadaquén dun xeito propio. Entón, á hora de elabora-lo guión, cabe xuntar ese momentos, e, de cara ó telespectador, a redundancia funcionar para a mellor comprensión do dito. Ou, un deles, ilustrar de xeito gráfico o desenvolto polo outro máis teóricamente. Ou alternarse varios, creando certo suspense, á hora dunha narración ou dunha descripción. Ou deixar un deles no ar unha pregunta que será retomada polo outro, ou, viceversa, responderen eles as incógnitas que plantexe o locutor...
O obxectivo, crear un texto oral que, artificiosamente, terá forma de diálogo entre varios falantes complementarios, que, á súa vez, poden respostar a preguntas ou comentarios da voz en off das persoas reales que encarnaron na serie ó noso invisible, pero extremadamente curioso animal de ficción ó conversar con eles. Operador de cámara, entrevistador e entrevistados... Coma nunha obra de teatro, ou aínda coma nunha conferencia, puido ser en moitos casos o propio xogo e pracer intelectual de seguir o fío narrativo do capítulo, de comprender qué está a pasar e qué din e quen son eses mixturados faladores, un dos incentivos para seguer con interese un programa sobre un tema que acaso, con outra presentación, o suxeito telespectador nunca abordaría motu propio.
* * *
Fala mellor quen ten entusiasmo e implicación personal en ou polo tema do que fala. Fala tamén mellor quen coñece de primeira man, por experiencia ou estudo propio. Só un albañil que a practique pode amosar a técnica do esgrafiado, só o veciño de certa idade dun pobo pode comparar os antes e os despois do seu lugar, só o experto en epigrafía desentrañar unha lápida.
Trascribíndo aquelas entrevistas, pregúntabame eu decote en qué tramos aparecían nelas un texto con razoamentos de tipo problema-solución, de tipo causa-consecuencia, de tipo descriptivo ou de tipo narrativo, que ven sendo unha categorización razonable da tipoloxía de “formas de trasmitir información”. Tentaba distinguilos e mixturalos do mellor xeito posible. Iso, escoitar con atención, reescoitar, escribir, ordear tendo sempre coma obxectivo axudar á meirande intelixibilidade (e empatización, nalgúns casos) desas entrevistas. E preguntarme decote: ¿Qué máis aspectos, ademáis dos expostos nos anacos seleccionados das entrevistas, habería que insertar nos textos de locución? ¿Cantos e cales e qué escribir neles, e ónde irían estes no programa, de xeito que, a modo de morteiro adhesivo, deran tamén unidade ós segmentos escollidos dos entrevistados? Trascribía primeiro a papel o que decían e tentaba, a partires daquelo novo, completar no posible a documentación previa, denantes de escomenzar a bocexar un primeiro borrador de guión.
Tentar respetar dalgún xeito a lóxica interna daqueles faladores que vía na pantalla e escoitaba a través dos cascos, de xeito que eles, o locutor, as músicas e os silencios contribuiran a crear un conxunto coherente e, a seren posible, fermoso e atractivo… Discúlpese a verborrea destes párrafos; recoñezo que me costou moito loitar e domeñar dalgún modo as moitas posibles combinacións do contido daquelas cintas de varias horas, entre conversas e planos de recurso, chamados usualmente “brutos”, que chegaban ó local da empresa tras cada saída do equipo de grabación, pechando finalmente programas coa duración prevista.
As entrevistas longas, e a participación do azar. A búsqueda da naturalidade. Os equipos de cámara voltaban, ás veces, narrando algúns deses momentos en que, ó longo da serie, a deusa fortuna ou o señor azar amosáranse benévolos connosco. Cando, tras escomenzar a grabación dunha localización aparecía de súpeto nela, levado alí polos seus propios motivos e non convocado previamente pola xente de producción, xusto o elemento humano que o lugar demandaba: o transeúnte habitual das minas abandoadas que resultaba ser antigo traballador delas, o veciño “de respeto” dunha diminuta e envellecida localidade actuando en funcións de embaixador da súa pequena comunidade, disposto ou non a conceder a aqueles forasteiros a súa confianza colectiva... Tentouse, non embargantes, non confiar demasiado ó azar, senón máis ben deixarlle tamén espacio a ocurrir, e non podo sinon calificar de impresionante a laboura que Margari Martín, Manuela Gutiérrez e os seus colaboradores na producción executiva de cada capítulo facían previamente, conseguindo a milagre de casaren horas e citas, localizacións e persoas, entrevistados, viaxes, aloxamentos, itinerarios e lugares para comer ó longo daqueles meses de vertixinosa actividade en chamadas telefónicas, lecturas, consultas bibliográficas, correos electrónicos, búsquedas en internet e centos de conversas.
Cicáis nunca puidemos albiscar máis claro a pouca sintonía entre o noso traballo e os criterios televisivos manexados polo medio de comunicación pública que con ocasión dun deses inmellorables azares. Estábase a falar cun entusiasta investigador das vías férreas cando, polo camiño pralelo á vía en que se facía a entrevista, entra en plano a figura dun camiñante naquelas silandeiras paraxes, hai moitos anos abandoados polo tránsito ferroviario. O home achégase, saúda, ponse a escoitar o que sucede perante a cámara. Ós poucos segundos, intervén espontánea e moi asisadamente, con motivo de contar naquel momento o investigador cando e cómo rematan de pasar trens naquel enclave. Fora aquel home, nin máis nin menos, un dos que, vintetrés anos atrás, viaxara naquel derradeiro comboio, ficando estantío de lembrarlle entón aquel descoñecido, có día e ano exacto, esa súa esquecida experiencia, que pasa a narrar con toda naturalidade. ¿Podíase imaxinar mellor casualidade? O plano-secuencia, captado con gran sensibilidade polo cámara, fora dos que suscitou na empresa o unánime aplauso de “¡qué planazo!”, e evidentemente empregado na edición do programa.
Recibimos daquela, por parte de Canal Extremadura, comentarios por escrito de tipo: “prodúcese a indesexada intromisión dun anciano” que “corta a narrración do experto”, “debéndose evitar no futuro este tipo de fallos”. ¿Intromisión? ¿Anciano? ¿Erro? O feito de que o contrato de co-producción deixara tódo-los aspectos da realización de cada programa a responsabilidade e criterio estético do director da serie, profesional cunha sobrada traxectoria posterior e previa, non foi óbice entón nin noutros intres para recibir este tipo de fulminantes (e sempre recriminatorias) comunicacións. Criticouse índa o que fora, xa na primeira tempada, unha das señas de identidade máis características da serie, que era revelar de cando en vez, coma quen non quere a cousa, as mediacións técnicas da aparente inmediatez da imaxe televisiva: a presencia do micrófono, o cámara que limpa as gotas de chuiva do lente, o tránsito dos trebellos cara unha localización, o movemento de cámara que desvela o contexto artificioso dunha entrevista...
Máis grave, ó noso entender, foi o tira e afrouxa có medio público que tivo ó realizador da serie en semi k.o. técnico por negarse a suprimir os completos tíduos de crédito de cada episodio, que daban conta a calqueira espectador interesado dos nomes das persoas, asociacións e entidades que colaboraran na súa documentación e grabación. ¿Por qué debíamos eliminar esa información escrita, que, cunha música final, remataba en rulo cada capítulo, e, unida ós rótulos de identificación dos entrevistados ó longo dos programas, permitía potencialmente a comunicación non mediatizada entre os suxeitos protagonistas de cada realidade e os interesados en contactar con eles, intercambiar experiencias ou contrastar ideas? ¿A qué falar, por exemplo, dun museo etnográfico, dun lugar histórico ou dun xardín botánico, tentando convencer ó público potencial do interese da súa visita, para logo agachar ó espectador onde pode atopar iso que o animal invisible, ás veces cáseque de esguello, contempla nese capítulo? ¿A qué dar voz á laboura dun colectivo solidario, dun artista, dun artesano, dunha entidade cultural privada ou pública, se logo se lle rouba ó telespectador a súa identificación? ¿Non se supón que iso, ser medio de comunicación entre os membros dunha sociedade que tenta coñecerse mellor a sí mesma por medio da tv, é principal tarefa dese servicio público?
Que o medio público quixera impornos colaborar na reducción ó anonimato de entrevistados e colaboradores dos programas foi, pra nós, moi difícil de comprender. Foi tamén un fito entre moitos, dos que destacar outro intre decisivo na relación entre a empresa e o medio emisor, cando recibimos, vía “ordeno e mando” telefónico dun dos seus responsables a seguinte intimación: non querían programas en que se “atacase á clase política ou ós medios de comunicación”. Iso, xusto o día despois da emisión dun capítulo sobre Jesús Garzón, un dos naturalistas de máis relieve nacional, de todos lembrado polo seu traballo en prol da recuperación das cañadas e cordeis públicos da trashumancia vacar e ovelleira na península ibérica. Fora, efectivamente, aquél bastante crítico respecto a unha xestión concreta dos poderes públicos en non lembro qué situación, e dábame, e dame, exactamente igual a que fora. Por principio, e coma o resto de nós, estaba eu convencida precisamente da intrínseca bondade da libre expresión nos medios de comunicación públicos (¿onde, senón nos seus propios medios de comunicación, deben e poden atopar con xusticia os cidadáns ese seu espacio pra presentar ós demáis opinións e puntos de vista contrastados, críticas, denuncias, ideas, valoracións, anceios?) ¡Se eu, na miña inxenuidade, coidaba que ése sería un dos méritos que manterían viva a serie ata rematar alomenos esta segunda tempada, igualmente prevista pra dous anos de duración! ¡O mesmo que tería feito ós responsables do medio público demandarnos unha continuación do formato que amosara a primeira: reflectar, coma a lei pedía, precisamente a “pluralidade social” desta comunidade, e promover contidos de calidade técnica e artística, “non degradantes nen escapistas”, nesa Extremadura que o Lince percorría guiado, en moitos casos, por correos, cartas e chamadas telefónicas dos mesmos seguidores do programa! Así saíron argumentos tan preciosos coma os dous capítulos adicados as abellas, ó mel e os colmeneiros, principal fonte de riqueza para o xente do pobo que nos chamou (entre os que eu catalogaría de “etnografía”) e tamén algúns de outras categorías, coma os de “denuncia medioambiantal”.
Temo que iso, impedir que as nosas cámaras e micros se abrisen sen intervención algunha dos responsables do control (non vou chamala censura, pois non precisan os inquisidores de hoxe só empregar unhas tesouras: poden evitar moi de antemán o indesexado, ó traverso da pléiade máis ou menos sumisa ou enganada de obedientes traballadores públicos) dos contenidos audiovisuais que chegan ós cidadans extremeños á traverso das súas pantallas televisivas foi, desventuradamente, unha das causas da extinción, non só do Lince, senón, a efectos desa tarefa de comunicación social, dos que traballamos en facelo.
Rematando xa unha narración máis longa, seguramente, do que a pequeneza do tema requeriría, decir que foi de consuno, entre empresa e traballadores, a renuncia a non respostar cambiando o noso xeito de facer, cadaquén, coma mellor crese que debía, nos ámbetos da súa responsabilidade. Respecto ó conflicto co medio, que rematou para nós con algo de sainete, e tamén con demasiado de “mofa, befa e escarnio público”, (chegando o director xeral do ente público a declarar no parlamento extremeño que a serie “suprimírase por razóns éticas” –sic-), amáis do escarmiento do evidente veto a toda producción previa ou proxecto novo, cicáis pra aviso doutros inxenuos navegantes que pretenderan, co seu traballo, acadar en condicións de liberdade o mesmo que nós naquelas dúas inacabadas experiencias.
Ignoro por completo cuais son as condicións de contratación, presupostos e quefacer das empresas, extremeñas ou non, que seguen a traballar a día de hoxe nunha espléndida relación co medio televisivo autonómico. Sei, iso sí, polos medios de prensa, que, ata día de hoxe, hai no ítem “gasto en tv” un enorme endebedamente contraido pola administración pública extremeña, que reiteradamente supera os seus propios presupostos, e leva ¡en tres anualidades de existencia! un custo anual máis de tres veces superior ó dos presupostos expresamente acordados para tal fin polo goberno autonómico.
Sinceiramente, non podo menos de sorprenderme que, con tan mala situación econonómica, podan cada ano seguer a prescindir da notable frugalidade amosada por Libre Producciones e os seus traballadores á hora de facer tv. O que se pode ver nesa pantalla pública, a verdade, non parece xustificar tan enorme custo.
Cicáis o que pagan é xusto o que permanece nela invisible. O prezo dos silencios, da alienación, do escurecemento cultural e dunha moi orwelliana edulcoración e terxiversación da realidade.

No ano 2000 empeza a materializarse por primeira vez en Extremadura a Lei de creación da radio e televisión autonómica, e a Libre Producciones, coma empresa pioneira e de traxectoria contrastada do sector audiovisual naquela comunidade, se lle pide unha idea de contidos. Preséntase daquela a proposta de “El lince con botas”, formato de serie documental con episodios de media hora de duración protagonizados por un bicho invisible: invisible na realidade dun medio ambiente humanizado onde, pola competencia coa explotación cinexética, non pode xa vivir nin siquera onde aínda fican boscos mestos e montes fragorosos, felino extinto; invisible tamén na ficción de cada un deses capítulos en que, como animal imaxinario, fala pola voz dos locutores, conversa cos entrevistados, pescuda sen xenreira as extrañas actividades dos que agora habitan e transforman paisaxes que outrora patearon os seus, comedor de palabras, pescudador de oficios, de experiencias e de saberes. Da serie ían ser protagonistas “os seres humanos, capaces de cáseque todo, ata de pararse a charlar cun animal invisible”.
Esa idea sería o punto de partida para o conxunto técnico e humano constituido por unha empresa privada cunha dilatada experiencia previa de producción audiovisual en Extremadura, que pronto empezou a levala á realidade. Escomenzamos a traballar na producción, grabación, edición e realización, documentación e guións desa serie de reportaxes documentais de temática variada, que levaba no seu tiduo a orientación conservacionista e viaxeira, e a referencia ó mundo dos contos, que, coma todo o mundo sabe, atan usualmente ficción con realidade.
Chegarían a sumar, un a un, en dous tráfagos de traballo tolo, un total de 291 episodios realizados e caáseque todos emitidos en dúas vegadas. A primeira, con cento carenta e sete episodios elaborados a razón de tres a cinco á semana, entre os anos 2001 e 2002. A segunda, de cento cuarenta e catro en similares condición, escomenzada tres anos máis tarde. A pequena historia desas dúas tempadas está ligada á da TV autonómica extremeña, algo máis dilatada.
Houbo, en Extremadura, un primeiro experimento de TV pública chamado “Canal Sur Extremadura”, que empezou a emitir no ano 2001. Na súa parrilla de programación, e coma un dos programas máis resaltados, figurou dende o prinicipio a primeira tempada da serie, da cal se emitían varios capítulos cada semana. Se nos falara naquel primeiro acordo de dous anos de “Lince” garantizados, e vistos os resultados favorables das estadísticas de audiencia do programa, a aparente boa acollida pública, e outros indicios que nos semellaban fiables, coma as boas críticas en artigos de prensa, os correos, comentarios telefónicos e cartas encomiásticas que recibíamos na empresa encol da serie, nada nos facía supor que puidera non ser fora verdade.
Especialmente, confiabamos na propia valía e interese do que conseguían trasmitir os entrevistados, e do que conseguían facer os colaboradores do Lince: buscadores e localizadores in situ, abertos uns e outros a compartir xenerosamente o que eran ou o que sabían con quen fora a preguntarllo de bós modos e con algún coñecemento de causa e interese definido previo.
Non embargantes, moitos meses e capítulos antes deses dous anos previstos, aquel Canal Sur Extremadura, tras só nove meses de vida, por motivos políticos e sen avisos previos, deixou de súpeto de existir. Imanxínense o pau que levamos.
Houbo logo, e hai aínda, o actual Canal Extremadura, que empezou a emitir en Nadal 2005, tamén dende o principio co “Lince” na súa parrilla, tralo curioso “apagón autonómico” de tres anos. Co novo ente, en réxime de coproducción, afrontouse daquela a segunda tempada da serie, co equipo de producción inicial parcialmente reconstruido tras tres anos de detención, e grandes mostras iniciais de interese pola continuidade da serie e o traballo da empresa por parte do medio público.
Nun caso, puidemos achacar á pura mala sorte a pequena catástrofe que, para a economía da empresa productora, así coma para as expectativas dos traballadores, que desenroláranos entre nós unha boa relación profesional e de amistade, supuxo a primeira imprevista finalización da serie.
No segundo, foinos aínda máis difícil asumilo. O medio emisor descartou expresamente dende 2006 tanto mercar ou contratar nin un segundo máis do noso catálogo de produccións e proxectos, coma renovar a producción dunha serie, que, sen razoar motivos, deixou pouco despois de emitir, preferindo contidos de caracter e producción moi diferentes.
E non embargantes, aquel programa respondía notablemente ó que a lei de creación da RTV pública autonómica dictaba (e dicta, pois ninguén a cambiou aínda), para este medio de comunicación en concreto: “contidos culturais de calidade, non alienantes, degradantes nin escapistas”, que reflectaran “a pluralidade social da comunidade”, e que amosaran ós destinatarios (e pagadores) daquel servicio público (é decir, á cidadanía extremeña ó traverso da súa administración autonómica) a paisaxe natural e humana da comunidade, a súa cultura. Ofrecía, lóxicamente, contidos axustados ó chamado “criterio de proximidade” (por lei, as TVs autonómicas teñen tamén éste entre os seus requisitos de programación), e axustábase igualmente ó criterio de ser producida por unha empresa “autóctona” (-de xeito que a economía indirecta xerada polo sector audiovisual revertise na riqueza conxunta, en vez de converter o medio nunha sorte de “fuga de capitais autonómicos”-), pois o desenrolo do sector audiovisual autonómico era, por estes ou outros motivos, un dos principais obxectivos que a Lei de creación do ente de radio e tv extremeño trataba no seu inicio.
Por contrato ficaran especificadas as seguintes condicións entre o medio público e a empresa co-productora privada (privada e independiente, neste caso): un sería libre e responsable á hora da emisión, outra seríao á hora da pre e post producción da serie en tódolos aspectos de autoría creativa, dende a idea orixinal e o traballo de cámara e son á mesa de edición, pasando pola producción, elección dos contidos, etc. Ambalas dúas partes contratantes posuirían sendos másters de cada programa da serie en formato broadcast televisivo profesional, e ambas compartirían calqueira beneficio económico fururible devengado da serie ó cincuenta por cento.
En canto ó noso enfoque, o mesmo pras dúas tempadas, seméllame correcto: empregar o medio público para que a que a xente falara dalgo que sabía e quería narrar, e que se vese e oise na tele do mellor xeito posible. Conseguir que varios centos de persoas puideran trasmitir cousas que saben ou fan, “cousas”, cicais, que son. Tamén experiencias vitais singulares e diversas. E, entre elas, amais dos saberes académicos ou científicos, decantamonos en gran medida pola lembranza vital, sobre modos de vida e producción presentes e pasados, de persoas de mediana edade e eidosas do medio rural, anque tamén houbo capítulos sobre e en ambientes máis urbanos.
Estabamos, como as veces se dixo nas chamadas a potenciais entrevistados o localizadores dende os teléfonos da empresa, “embarcados nun proxecto apaixoante”.
* * *
¿De qué trataba a serie? Nunca cataloguei a primeira, anque podería facelo seguindo máis ou menos os mesmos epígrafes temáticos que apliquei ó tentar ordenar temáticamente a segunda. Trataba, por exemplo, de amosar a audiencia “pobos e enclaves concretos de patrimonio cultural ou artístico-histórico extremeño”. Na segunda tempada, contabilicei un total de dezanove episodios subsumidos nese epígrafe, que visitan diversos puntos da xeografía das dúas vastas provincias arrapiñando episodios de media hora cada un e, normalmente, varios entrevistados por capítulo. Conto logo os adicados a "arqueoloxía e historiografía da comunidade extremeña", a continuación vinte máis de "natureza, medio ambiente e ecosistemas", diferenciando os que versan sobre “patrimonio natural, actividades de conservación e principais ameazas” (once episodios), os catro adicados ó "seguimento de cauces fluviais", os cinco da mini serie de "botánica e fito-diversidade"; aínda logo os vinta e tres catalogados coma "sociedade e actualidade en xeral".. Sumo os de "deportes e deportistas", os de "música", os adicados ó "teatro", os clasificados coma "artistas, escritores e debuxantes", os dous de "gastronomía", e, finalmente, computo trinta e cinco episodios alineados baixo a temática común de "etnografía, técnicas e oficios".
Descendo ó concreto, topo na primeira categoría estas apresuradas sinopsis de episodios da segunda tempada: antigos veciños, constituidos en cronistas e investigadores do suceso, narran o asulagamento das súas terras, caserío e camposanto en tempos de Franco, en “Talavera la Vieja, durmiendo bajo las aguas”. Historia e arte na vella sé no episodio “La catedral de Coria”. Tradicional festa de recolección en “La Fiesta del Capazo”. A lexendaria figura dun "bandolero generoso" na pacense Serra de Alor, e a construcción tradicional das características "chimenas portuguesas" no mesmo enclave raiano. Os Baños· de San Gregorio de Brozas, as moi enxebres "chozas" graníticas nas leiriñas escalonadas do Val do Jerte, o conxunto da "Máquina do tío Fabián", patrimonio de arqueoloxía industrial composto por máquina de fiados con muiño hidráulico na outrora productiva poboación de Portezuelo, os catro capítulos adicados a dúas moi contrastadas cormarcas urbanas da capital cacereña (ficaban para o futuro, e endexamáis chegaron a facerse, os parellos capítulos sobre as ricas, en historia e belezas, bisbarras pacenses e emeritenses...).
Entremezclados con outros sobre o deporte ou xogo da petanca, a formación agraria, os riscos da contaminación, os hiphoperos, rapeadores e bailadores de breakdance, o deporte de base, os postos nos mercados semanáis ó ar libre de pobos e cidades, os profesionais de strep-tease (“El desnudo como disfraz”), a memoria histórica, unha clínica veterinaria, a vida duns curas nunha parroquia rural, os transeúntes, etc, etc. que foron algúns dos de “sociedade en xeral”.
En música, aparéceme un totus revolutum: dende a máis ancestral e popular, coma o pandeiro tradicional nas lindes da Extremadura alta, o tamboril, o acordeonista, unha crebada cantaora xitana, ós grupos de folk, pop e rock, a banda de amigos, a orchestra de verbena popular, o de etnografía musical en que un dotado "percusionista de cacharros" lembra en público espectáculo parte do que, coa menaxe doméstica, os chocallos ou esquilos, etc, podíase facer e facíase de música outrora, ou os dous adicados a un intrumento moi especial nestas latitudes, o rabel...
E aínda que seguira detallando, sumando e catalogando, continuaría a sentirme incapaz de suxeitar ós productos do percorrer fantasmal dos equipos de grabación e edición da empresa en ringleiras ordeadas. Véñenme a mente, ser vir a conto, a beleza infinita das mineralizacións de aragonita nunha cova descuberta ó caer nela medio burro cando estaba o seu dono a arar, e o pequeno melodrama que durante décadas protagonizou a familia propietaria deses terrenos, convencidos de ter na cova un “tesouro” ó que xamáis conseguiron sacar partido, as fascinantes variedades lingüísticas na fala das xentes, a riqueza etnobotánica que, man a man, van descubrindo para a cámara nunha caleixa da oriental comarca dos Montes un especialista académico e un antigo pastor, en herbas alimenticias, en remedios e costumes, a conmovedora persistencia da historia humana na paisaxe rural e urbana desta periférica comunidade humana de apenas un millón de habitantes na actualidade, as chairas que semellan non ter fin, as devesas, as sobreiras, a floración das jaras nas lomas e lomas do sotobosco mediterráneo, os chozos, os pastores, o caldereiro, o ferreiro, os caleiros, os esquiladores, o pregoeiro, o hortelán, o cesteiro, o sogueiro, os campaneros, o zapateiro, os talabarteiros, o albañil, os corcheiros...
Corto en plena digresión e teimo en avanzar este artigo.
* * *
Comunicación coma ben social… Comunicación, pois, coma aquelo que polo seu carácter benéfico de utilidade ou servicio público merece os cartos que custa. Pero, ¿quén debe falar? ¿quén debe comunicar? Para nós a resposta era clara: cantos máis millor, entre os que coñeceran, e por tanto puideran aportar, contidos sobre a realidade extremeña, en canto ó seu medio físico e humano. Detendadores de saberes, oficios e actividades. Habitadores de lugares. Trasmisores de opinións e iniciativas. Denunciadores de erros ou problemáticas. Persoeiros de sí mesmos, e só representantes da administración en canto tivesen que ser eles, e non outros, os convocados á cita có público.
Así, a alcaldesa de Romangordo (vanse sorrir os lectores ante o topónimo), concello que financia unha investigación arqueolóxica no seu territorio, participa nun dos episodios da serie, adicado á extensión do neolítico en Extremadura nunhas datas que esa mesma investigación revelou moi anteriores ás previamente consideradas para este territorio. Agora ben, posto que ese aspecto da financiación da investigación arqueolóxica, anque de interese, mesmo exemplo loable, non é extremadamente importante para a difusión de coñecementos sobre a prehistoria, que era o principal pulo no programa, a participación da alcaldesa limítase a uns minutos bastante ben empregados: ela presenta o tema do capítulo, a localización xeográfica do enclave, lembra os derradeiros usos humanos que tivo (agrícolas tamén, nunha persistencia temporal emocionante para a fermosísima e nas derradeiras décadas asalvaxada “garganta de las Canalejas”), e menciona ser o seu un dos municipios con valores naturales merecedores do recoñecemento da Unesco, parte da “Reserva da Biosfera” asociada a Monfragüe. Os dous arqueólogos que amosan os abrigos e detallan os achádegos e os métodos empregados naquela súa investigación ocupan, cara o público, a meirande parte da media hora de programa. Os tres entrevistados están subordinados ó mesmo: trasmitir información relevante, e non se priorizou nin se minimizou, coido, a presencia de ningún deles por outros motivos que non fosen servir á intelixibilidade e amenidade do programa.
Neste episodio, coma en outros, o reto era tentar que a xente expresara información relevante de potencial interese público, e crearlle, con motivo do locutor, das músicas, da realización e das imaxes de recurso, un colchón axeitado para atendelas un telespectador. En moitos casos, o criterio “aburrido” foi empregado para eliminar un “ total” con entrevista –dícese do conxunto total dos elementos sincrónicos audio e video dun cacho de grabación na mesa editora-. Noutros, non obstou para elo, e sei que non tódolos episodios foran igualmente doados de seguir, neste sentido. Mentarei a resposta que me deu unha señora de medio rural e poucas letras ó respecto dun dos programas que, ó meu propio entender, resultaran realmente dormitivos. Ó preguntarlle eu se non lle parecera tal, respostoume con verdadeiro entusiasmo algo así coma: “¡e non, daba gusto oires a aquel señor que falaba tan ben!”. O tema, a biografía, contexto e filosofía do teósofo extremeño Mario Roso de Luna, explicada monotemáticamente por un dos especialistas no seu pensamento.
Por iso, se algo me deixou o “Lince” coma experiencia, foi un enorme respeto pola formación e as capacidades cognitivas dos nosos espectadores e dos nosos entrevistados, moi por riba das condicións de “éxito de audiencia” preconizadas polos defensores do tele-lixo, que adoitan ser os mesmos responsables dos medios, o seu séquito, e os comulgadores coa súa magra ideoloxía.
Confiar na intelixencia allea, na dos entrevistados e na da audiencia, é unha das apostas máis urxentes no medio de comunicación televisivo, onda a mesma inmediatez da intrínseca oralidade das mensaxes faculta a comprensión do dito, se non se caer en falacias, con moitas máis garantías que a densidade dun texto escrito. Un dos grandes poderes do rexistro tecnolóxico contemporáneo de imaxe e son é a posibilidade de manipular a temporalidade do rexistro, e, á hora de trasmitir información, esta ferramenta revélase moi fecunda. Anque se fagan as entrevistas por separado, os coñecedores dun tema ou dun lugar ou dunha actividade ou dun suceso falan do mesmo, e tratarán decote os mesmos aspectos en diversos momentos da súa entrevista, formulándoos cadaquén dun xeito propio. Entón, á hora de elabora-lo guión, cabe xuntar ese momentos, e, de cara ó telespectador, a redundancia funcionar para a mellor comprensión do dito. Ou, un deles, ilustrar de xeito gráfico o desenvolto polo outro máis teóricamente. Ou alternarse varios, creando certo suspense, á hora dunha narración ou dunha descripción. Ou deixar un deles no ar unha pregunta que será retomada polo outro, ou, viceversa, responderen eles as incógnitas que plantexe o locutor...
O obxectivo, crear un texto oral que, artificiosamente, terá forma de diálogo entre varios falantes complementarios, que, á súa vez, poden respostar a preguntas ou comentarios da voz en off das persoas reales que encarnaron na serie ó noso invisible, pero extremadamente curioso animal de ficción ó conversar con eles. Operador de cámara, entrevistador e entrevistados... Coma nunha obra de teatro, ou aínda coma nunha conferencia, puido ser en moitos casos o propio xogo e pracer intelectual de seguir o fío narrativo do capítulo, de comprender qué está a pasar e qué din e quen son eses mixturados faladores, un dos incentivos para seguer con interese un programa sobre un tema que acaso, con outra presentación, o suxeito telespectador nunca abordaría motu propio.
* * *
Fala mellor quen ten entusiasmo e implicación personal en ou polo tema do que fala. Fala tamén mellor quen coñece de primeira man, por experiencia ou estudo propio. Só un albañil que a practique pode amosar a técnica do esgrafiado, só o veciño de certa idade dun pobo pode comparar os antes e os despois do seu lugar, só o experto en epigrafía desentrañar unha lápida.
Trascribíndo aquelas entrevistas, pregúntabame eu decote en qué tramos aparecían nelas un texto con razoamentos de tipo problema-solución, de tipo causa-consecuencia, de tipo descriptivo ou de tipo narrativo, que ven sendo unha categorización razonable da tipoloxía de “formas de trasmitir información”. Tentaba distinguilos e mixturalos do mellor xeito posible. Iso, escoitar con atención, reescoitar, escribir, ordear tendo sempre coma obxectivo axudar á meirande intelixibilidade (e empatización, nalgúns casos) desas entrevistas. E preguntarme decote: ¿Qué máis aspectos, ademáis dos expostos nos anacos seleccionados das entrevistas, habería que insertar nos textos de locución? ¿Cantos e cales e qué escribir neles, e ónde irían estes no programa, de xeito que, a modo de morteiro adhesivo, deran tamén unidade ós segmentos escollidos dos entrevistados? Trascribía primeiro a papel o que decían e tentaba, a partires daquelo novo, completar no posible a documentación previa, denantes de escomenzar a bocexar un primeiro borrador de guión.
Tentar respetar dalgún xeito a lóxica interna daqueles faladores que vía na pantalla e escoitaba a través dos cascos, de xeito que eles, o locutor, as músicas e os silencios contribuiran a crear un conxunto coherente e, a seren posible, fermoso e atractivo… Discúlpese a verborrea destes párrafos; recoñezo que me costou moito loitar e domeñar dalgún modo as moitas posibles combinacións do contido daquelas cintas de varias horas, entre conversas e planos de recurso, chamados usualmente “brutos”, que chegaban ó local da empresa tras cada saída do equipo de grabación, pechando finalmente programas coa duración prevista.
As entrevistas longas, e a participación do azar. A búsqueda da naturalidade. Os equipos de cámara voltaban, ás veces, narrando algúns deses momentos en que, ó longo da serie, a deusa fortuna ou o señor azar amosáranse benévolos connosco. Cando, tras escomenzar a grabación dunha localización aparecía de súpeto nela, levado alí polos seus propios motivos e non convocado previamente pola xente de producción, xusto o elemento humano que o lugar demandaba: o transeúnte habitual das minas abandoadas que resultaba ser antigo traballador delas, o veciño “de respeto” dunha diminuta e envellecida localidade actuando en funcións de embaixador da súa pequena comunidade, disposto ou non a conceder a aqueles forasteiros a súa confianza colectiva... Tentouse, non embargantes, non confiar demasiado ó azar, senón máis ben deixarlle tamén espacio a ocurrir, e non podo sinon calificar de impresionante a laboura que Margari Martín, Manuela Gutiérrez e os seus colaboradores na producción executiva de cada capítulo facían previamente, conseguindo a milagre de casaren horas e citas, localizacións e persoas, entrevistados, viaxes, aloxamentos, itinerarios e lugares para comer ó longo daqueles meses de vertixinosa actividade en chamadas telefónicas, lecturas, consultas bibliográficas, correos electrónicos, búsquedas en internet e centos de conversas.
Cicáis nunca puidemos albiscar máis claro a pouca sintonía entre o noso traballo e os criterios televisivos manexados polo medio de comunicación pública que con ocasión dun deses inmellorables azares. Estábase a falar cun entusiasta investigador das vías férreas cando, polo camiño pralelo á vía en que se facía a entrevista, entra en plano a figura dun camiñante naquelas silandeiras paraxes, hai moitos anos abandoados polo tránsito ferroviario. O home achégase, saúda, ponse a escoitar o que sucede perante a cámara. Ós poucos segundos, intervén espontánea e moi asisadamente, con motivo de contar naquel momento o investigador cando e cómo rematan de pasar trens naquel enclave. Fora aquel home, nin máis nin menos, un dos que, vintetrés anos atrás, viaxara naquel derradeiro comboio, ficando estantío de lembrarlle entón aquel descoñecido, có día e ano exacto, esa súa esquecida experiencia, que pasa a narrar con toda naturalidade. ¿Podíase imaxinar mellor casualidade? O plano-secuencia, captado con gran sensibilidade polo cámara, fora dos que suscitou na empresa o unánime aplauso de “¡qué planazo!”, e evidentemente empregado na edición do programa.
Recibimos daquela, por parte de Canal Extremadura, comentarios por escrito de tipo: “prodúcese a indesexada intromisión dun anciano” que “corta a narrración do experto”, “debéndose evitar no futuro este tipo de fallos”. ¿Intromisión? ¿Anciano? ¿Erro? O feito de que o contrato de co-producción deixara tódo-los aspectos da realización de cada programa a responsabilidade e criterio estético do director da serie, profesional cunha sobrada traxectoria posterior e previa, non foi óbice entón nin noutros intres para recibir este tipo de fulminantes (e sempre recriminatorias) comunicacións. Criticouse índa o que fora, xa na primeira tempada, unha das señas de identidade máis características da serie, que era revelar de cando en vez, coma quen non quere a cousa, as mediacións técnicas da aparente inmediatez da imaxe televisiva: a presencia do micrófono, o cámara que limpa as gotas de chuiva do lente, o tránsito dos trebellos cara unha localización, o movemento de cámara que desvela o contexto artificioso dunha entrevista...
Máis grave, ó noso entender, foi o tira e afrouxa có medio público que tivo ó realizador da serie en semi k.o. técnico por negarse a suprimir os completos tíduos de crédito de cada episodio, que daban conta a calqueira espectador interesado dos nomes das persoas, asociacións e entidades que colaboraran na súa documentación e grabación. ¿Por qué debíamos eliminar esa información escrita, que, cunha música final, remataba en rulo cada capítulo, e, unida ós rótulos de identificación dos entrevistados ó longo dos programas, permitía potencialmente a comunicación non mediatizada entre os suxeitos protagonistas de cada realidade e os interesados en contactar con eles, intercambiar experiencias ou contrastar ideas? ¿A qué falar, por exemplo, dun museo etnográfico, dun lugar histórico ou dun xardín botánico, tentando convencer ó público potencial do interese da súa visita, para logo agachar ó espectador onde pode atopar iso que o animal invisible, ás veces cáseque de esguello, contempla nese capítulo? ¿A qué dar voz á laboura dun colectivo solidario, dun artista, dun artesano, dunha entidade cultural privada ou pública, se logo se lle rouba ó telespectador a súa identificación? ¿Non se supón que iso, ser medio de comunicación entre os membros dunha sociedade que tenta coñecerse mellor a sí mesma por medio da tv, é principal tarefa dese servicio público?
Que o medio público quixera impornos colaborar na reducción ó anonimato de entrevistados e colaboradores dos programas foi, pra nós, moi difícil de comprender. Foi tamén un fito entre moitos, dos que destacar outro intre decisivo na relación entre a empresa e o medio emisor, cando recibimos, vía “ordeno e mando” telefónico dun dos seus responsables a seguinte intimación: non querían programas en que se “atacase á clase política ou ós medios de comunicación”. Iso, xusto o día despois da emisión dun capítulo sobre Jesús Garzón, un dos naturalistas de máis relieve nacional, de todos lembrado polo seu traballo en prol da recuperación das cañadas e cordeis públicos da trashumancia vacar e ovelleira na península ibérica. Fora, efectivamente, aquél bastante crítico respecto a unha xestión concreta dos poderes públicos en non lembro qué situación, e dábame, e dame, exactamente igual a que fora. Por principio, e coma o resto de nós, estaba eu convencida precisamente da intrínseca bondade da libre expresión nos medios de comunicación públicos (¿onde, senón nos seus propios medios de comunicación, deben e poden atopar con xusticia os cidadáns ese seu espacio pra presentar ós demáis opinións e puntos de vista contrastados, críticas, denuncias, ideas, valoracións, anceios?) ¡Se eu, na miña inxenuidade, coidaba que ése sería un dos méritos que manterían viva a serie ata rematar alomenos esta segunda tempada, igualmente prevista pra dous anos de duración! ¡O mesmo que tería feito ós responsables do medio público demandarnos unha continuación do formato que amosara a primeira: reflectar, coma a lei pedía, precisamente a “pluralidade social” desta comunidade, e promover contidos de calidade técnica e artística, “non degradantes nen escapistas”, nesa Extremadura que o Lince percorría guiado, en moitos casos, por correos, cartas e chamadas telefónicas dos mesmos seguidores do programa! Así saíron argumentos tan preciosos coma os dous capítulos adicados as abellas, ó mel e os colmeneiros, principal fonte de riqueza para o xente do pobo que nos chamou (entre os que eu catalogaría de “etnografía”) e tamén algúns de outras categorías, coma os de “denuncia medioambiantal”.
Temo que iso, impedir que as nosas cámaras e micros se abrisen sen intervención algunha dos responsables do control (non vou chamala censura, pois non precisan os inquisidores de hoxe só empregar unhas tesouras: poden evitar moi de antemán o indesexado, ó traverso da pléiade máis ou menos sumisa ou enganada de obedientes traballadores públicos) dos contenidos audiovisuais que chegan ós cidadans extremeños á traverso das súas pantallas televisivas foi, desventuradamente, unha das causas da extinción, non só do Lince, senón, a efectos desa tarefa de comunicación social, dos que traballamos en facelo.
Rematando xa unha narración máis longa, seguramente, do que a pequeneza do tema requeriría, decir que foi de consuno, entre empresa e traballadores, a renuncia a non respostar cambiando o noso xeito de facer, cadaquén, coma mellor crese que debía, nos ámbetos da súa responsabilidade. Respecto ó conflicto co medio, que rematou para nós con algo de sainete, e tamén con demasiado de “mofa, befa e escarnio público”, (chegando o director xeral do ente público a declarar no parlamento extremeño que a serie “suprimírase por razóns éticas” –sic-), amáis do escarmiento do evidente veto a toda producción previa ou proxecto novo, cicáis pra aviso doutros inxenuos navegantes que pretenderan, co seu traballo, acadar en condicións de liberdade o mesmo que nós naquelas dúas inacabadas experiencias.
Ignoro por completo cuais son as condicións de contratación, presupostos e quefacer das empresas, extremeñas ou non, que seguen a traballar a día de hoxe nunha espléndida relación co medio televisivo autonómico. Sei, iso sí, polos medios de prensa, que, ata día de hoxe, hai no ítem “gasto en tv” un enorme endebedamente contraido pola administración pública extremeña, que reiteradamente supera os seus propios presupostos, e leva ¡en tres anualidades de existencia! un custo anual máis de tres veces superior ó dos presupostos expresamente acordados para tal fin polo goberno autonómico.
Sinceiramente, non podo menos de sorprenderme que, con tan mala situación econonómica, podan cada ano seguer a prescindir da notable frugalidade amosada por Libre Producciones e os seus traballadores á hora de facer tv. O que se pode ver nesa pantalla pública, a verdade, non parece xustificar tan enorme custo.
Cicáis o que pagan é xusto o que permanece nela invisible. O prezo dos silencios, da alienación, do escurecemento cultural e dunha moi orwelliana edulcoración e terxiversación da realidade.
jueves, 15 de enero de 2009
FUNCIONAMIENTO EN EL REDIL

Ello no ha sido óbice para que sigamos trabajando, y exhibiendo nuestro trabajo. Por ejemplo, pasado mañana se proyecta "La pizarra de El Barrado", episodio de la serie "El lince con botas", en la población altocacereña que le da título. Un programa sobre la singular pizarra hallada en El Barrado -que "documenta distintos aspectos de la vida social en la España visigoda y presentan, además, fenómenos precursores de las lenguas romances, por lo que se consideran punto de partida del estudio del castellano"- y que fue empeño personal de un servidor, que no paró hasta que mis compañeros llevaron a cabo el episodio con la inestimable colaboración de la catedrática Isabel Velázquez. Pasado mañana no voy a poder acudir a la cita a la que fui invitado, como tampoco pude acudir a otras proyecciones de episodios de esta serie, criminalizada y despreciada por Canal Extremadura.
Actos públicos (más de setenta) con proyecciones de episodios de "El lince con botas", por los que nunca hemos cobrado un céntimo. Es más, la inmensa mayoría nos han costado dinero. Trabajos sobre memoria histórica (exhibido en Cuenca), trashumancia (en Brozas), los sucesos de Castilblanco (en las jornadas sobre movimientos libertarios de Cáceres), la vida en la frontera (Badajoz), el calerizo de Cáceres (en el propio Aldea Moret), la cueva de Maltravieso (en Cáceres también), los arrieros (en Salvatierra de los Barros), los dólmenes (en Valencia de Alcántara), el pop autóctono (en Montijo), Manolo Chinato (en Vallecas), los colmeneros (en Fuenlabrada de los Montes), el proyecto de autovía por San Pedro (en La Roca y Puebla de Obando), en Cabañas del Castillo, el Valle del Jálama, Alcántara, Alburquerque...además de un ciclo entero de proyecciones con los episodios censurados por el medio público (sobre el proyecto de refinería), que nos llevó a más de cuarenta poblaciones regionales y estatales. Además, hasta treinta y un capítulos han participado en festivales y certámenes, amén de haber obtenido premios como el Adenex 2007 y el Libertad concedido por Adhex, a la postura de la productora de no transigir con el veto.
Ninguno de estos acontecimientos ha merecido un solo plano en Canal Extremadura TV. En algún caso, pese a que se trataba de un reconocimiento a una serie co-producida y emitida por ellos mismos.
Pues mira por dónde, hoy ¡me llaman! desde la redacción de informativos de Canal Extremadura TV. ¿Motivo? El canal "va a cubrir" la proyección de "La pizarra de El Barrado" el sábado. ¿Por qué? Porque es un acto organizado por la Agrupación Local del PSOE en la localidad. Y aquí paz y después gloria. Así funcionan las cosas. Dato que evidentemente conocíamos, y que no fue óbice para prestar nuestra colaboración, con la advertencia previa a nuestros interlocutores acerca de la situación de la serie y de la productora. Lejos de nuestra intención el hacerles ver que bien podrían interceder ante el medio (público) para que el citado programa fuera emitido en condiciones -ya lo fue en su día, la madrugada de un lunes-. Y con él, el resto de la serie.
En fin, para nosotros lo importante es que se vea éste o cualquier otro programa, y bien lo sabe cualquiera que nos haya solicitado alguno. Que el canal público se niegue a emitir ninguno de ellos -y podría hacerlo gratis hasta 2010- no parece asunto de nadie. Como nos escribió cierto socialista de carné, "la libertad tiene un precio", y ninguno de ellos parece dispuesto a pagarlo en beneficio de la audiencia extremeña. Mucho menos en el nuestro, por supuesto.
Así, después de dos años, se dignan apuntarnos por teléfono, ante mi indignación, que el aviso de este acto les llega de la organización del acto, y que, consecuentemente, éste si interesa al tratarse de un asunto "cultural". La omisión de cualquier información sobre las anteriores proyecciones públicas -incluido el silencio absoluto sobre el intento de impedir alguna de ellas mediante amenazas por escrito desde el CEXMA, sin fundamento jurídico alguno-, es debida a nuestra subversión, supongo, o al hecho de que los diferentes organizadores de las proyecciones fueran colectivos o instituciones sin influencia ni margen de maniobra alguna en la redacción del medio (público): desde foros sociales, colectivos, asociaciones, sindicatos anarquistas, departamentos universitarios y ongs hasta el Partido Verde o las plataformas ciudadanas, por ejemplo. Ni que decir tiene que me he negado en redondo (esto es, furioso) a prestar siquiera oídos a la pretensión "informativa" de la joven, perfectamente al tanto del contencioso de la productora con su medio (público) y sin embargo capaz de asumir el "marrón" de la llamada, sin dar su nombre ni plantearse siquiera una mínima delicadeza ante lo peliagudo de la situación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)